Una alimentación saludable consiste en ingerir una variedad de alimentos que te brinden los nutrientes que necesitas para mantenerte sana, sentirte bien y tener energía. Estos nutrientes incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales. La nutrición es importante para todos. Combinada con la actividad física y un peso saludable, la buena alimentación es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y saludable. Si tienes antecedentes de cáncer de mama o estás en tratamiento, la buena alimentación es especialmente importante para ti. Lo que comes puede influir en tu sistema inmunitario, tu estado de ánimo y tu nivel de energía. Ningún alimento o dieta puede impedir la aparición del cáncer de mama. Si bien los investigadores aún están estudiando los efectos de comer alimentos no saludables en el riesgo de tener cáncer de mama y su recurrencia, lo que sí sabemos es que el sobrepeso es un factor de riesgo, tanto de la primera aparición del cáncer de mama como de su recurrencia. En esta sección puedes aprender a comer de una forma que mantenga tu cuerpo lo más sano posible.
GRUPO DE ALIMENTOS:
GRUPO 1: Leche y derivados.
Son los llamados alimentos protectores y aportan una alta dosis de proteínas y también de calcio. Ya no sólo la leche sino, como te decimos, todos su derivados como son el queso o el yogurt, son imprescindibles en nuestra dieta y son la fuente más importante de calcio que hay. Para los niños es fundamental, puesto que les ayuda en el crecimiento, y también lo es para los adultos, ya que sin este grupo alimenticio los huesos se resienten de manera considerable, el desgaste es mayor y la fatiga no tarda en aparecer. En cuanto a las personas que padecen problemas de colesterol es recomendable que incluyan estos productos desnatados en su dieta para bajar el colesterol.
GRUPO 2: Carne, pescado y huevos.
Fuente de proteínas y de hierro, con lo que los beneficios en nuestro cuerpo son muy altos. La carne roja o blanca es la que debemos consumir en nuestra dieta para que sea beneficioso aunque no hay que abusar, ya que siempre contiene grasas saturadas. Los huevos también son básicos en la dieta pero siempre hay que comerlos de manera equilibrada porque hay que recordar que contienen colesterol. En cuanto al pescado prácticamente todo son beneficios y los podemos comer blancos o azules. Tendremos que parar atención a los molúscos, gambas o cangrejos que ofrecen altas dosis de proteínas pero también puede aumentar nuestra tasa de lípidos, algo perjudical.
GRUPO 3: Verduras y frutas.
Este grupo aporta una gran cantidad de VITAMINA A Y C fibra y sustancias minerales tales como el potasio, el magnesio o el hierro. En cuanto a las verduras, cabe destacar que las más beneficiosas para nuestro organismo son las verdes y, además, tomarlas frescas. En cuanto a las frutas, cabe resaltar que las ácidas son donde mayor cantidad de vitamina C se encuentra. Por ello, hay que destacar frutas como la naranja, el limón, las fresas o el pomelo.
GRUPO 4: Alimentos feculentos y azucarados.
Son la fuente principal de fibra, incluso pueden aportar vitamina B, como las legumbres y los cereales, y vitamina C, como la patata. En este grupo englobamos alimentos como la pasta, el arroz, la harina, el maíz, el pan o las legumbres, pero también los pertenecientes a los azucarados, de los que cabe no abusar, como el chocolate, el propio azúcar o diferentes frutos secos.
GRUPO 5: Materias grasas.
Debe evitarse el consumo excesivo pero, de una manera equilibrada, es necesario consumirlas pues aportan grandes valores energéticos, vitaminas liposolubles y ácidos grasos fundamentales. Productos que se engloban en este grupo son la mantequilla, la margarina o el aceite, recomendable consumirlo de oliva para un correcto mantenimiento de la dieta.
GRUPO 6: Bebidas.
El AGUA es el único líquido verdaderamente imprescindible en nuestro organismo. Así y todo, es beneficioso consumir zumos de frutas, que aportan vitaminas en nuestro cuerpo, y también café o té, pero siempre en pequeñas dosis, ya que nos proporcionan energía y estimula las funciones cerebrales. Un alto consumo puede crear dependencia, por lo que no es recomendable como no lo es, en absoluto, el alcohol, que tiene que estar fuera de nuestra dieta habitual y si se consume debe ser siempre con moderación.
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